¿Cuál es el resultado del encuentro entre el extraordinario pintor español Salvador Dalí y el mítico Walt Disney?
En la década de los años 40, Dalí viajó a Estados Unidos para encontrarse con un inesperado compañero creativo. Walt Disney buscaba ideas de cortos para llevarlas al cine, mientras Dalí se inspiraba con "Destino", una balada mexicana que hablaba de la atracción entre dos amantes. Fue así cómo nació el cortometraje que les presentamos hoy: la historia de Chronos, la personificación del tiempo y su imposibilidad de amar a un mortal.
Sus escenas nos llevan a un viaje onírico al interior de las pinturas de Dalí, acercándonos -de alguna manera- a la forma en que se ven espacialmente nuestros sueños.
El storyboard de la cinta fue desarrollado entre los años 1945 y 1946, por John Hench, artista de Disney, y Dalí. Durante ocho meses, los dos creativos dibujaron una serie de enigmáticos dibujos que pasaron al olvido con los problemas financieros generados por la Segunda Guerra Mundial. En 1999, Roy Disney, sobrino de Walt, se inspiró en el lanzamiento de "Fantasía 2000" y se propuso completar la edición del cortometraje, tomando como base el guion y las ilustraciones originales.
La historia
Con seis minutos de duración, "Destino" cuenta la historia de amor entre Chronos, la personificación del tiempo, y una mujer mortal. Las escenas muestran a la mujer bailando sobre los paisajes surrealista tradicionales de Dalí, mientras intenta encontrarse con Chronos, personificado a través de una pirámide de piedra. Los protagonistas buscan encontrarse también a sí mismos, y para eso deben sufrir una metamorfosis, superar sus propios obstáculos. No hay diálogo, pero la banda sonora incluye la música del compositor mexicano Armando Domínguez, interpretada por Dora Luz.
Dalí en tres dimensiones
Aunque el corto busca mantener la estética de la visión original desarrollada por sus autores en 1946, el director Dominique Monféry aprovecha las nuevas tecnologías para llevar la obra de Dalí a nuevas dimensiones. Algo de esto habíamos visto en "Spellbound" de Hitchcock, pero de manera más artesanal y escenográfica.
A pesar de utilizar técnicas tradicionales de animación, estas fueron apoyadas por tecnología de vanguardia para emular la "plasticidad" que presentan las imágenes multi-dimensionales de Dalí. El "toque Disney" no se perdió; la mujer presenta claramente las facciones de las princesas de los clásicos que todos vimos cuando niños. Y la música reafirma esta sensación.
La arquitectura a modo de metáfora
Los elementos arquitectónicos son presentados de manera simbólica, para ser interpretados luego por el espectador. Chromos es una pirámide de piedra, a punto de quebrarse, y esto impide que la mujer pueda relacionarse con él. Luego aparece como una estatua sin vida, que se derrite ante sus ojos.
Las dos torres pueden interpretarse como las vidas de los dos protagonistas, una es femenina y curvilínea, mientras que la otra es de piedra, pero frágil. Las dos están a un segundo de caer.
Después aparece el obelisco, como una especie de campanario. En su sombra, la mujer ve la posibilidad de fusionarse con el paso del tiempo. Chromos se humaniza y ella corre a abrazarlo, pero el suelo se convierte en arena, dejando al descubierto una serie de ruinas que los vuelven a separar.
El hombre sólo puede verla ahora en figuras aparentes, en el negativo formado por otros elementos; quizás sea esta la única manera en que la mujer puede vincularse con él. De este modo, ella vuelve a aparecer en el campanario, haciéndose uno con su corazón.
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